Iba una tortuga
por la capital.
Iba despistada
con tanto autocar.
con tanto autocar.
Buscaba una tienda
quería comprar
un sombrero nuevo
y medias un par.
Se compró un sombrero
y tan elegante
salió de la tienda.
Pasó una tartana,
cruzó una calesa
pasó un autocar
Pasó una tartana,
cruzó una calesa
pasó un autocar
y tres bicicletas.
Y la
tortuguita
guardó su cabeza.
Cuando de nuevo
su cara asomó
¡pobre sombrerito!
se lo atropelló
una tartanita
con un percherón.
¡Qué fatalidad!
yo me voy al campo
¡qué asco de ciudad!
Gloria
Fuertes
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